Aunque esté estrechamente relacionado con la adolescencia y pubertad, el acné puede darse en cualquier etapa de la vida, desde pequeños a mayores. Podemos definir el acné como aquella enfermedad inflamatoria de la piel, principalmente causada por una infección bateriana, y que llega a producir lesiones rojas e inflamadas, como pústulas, quistes o espinillas negras, que suelen taponar los poros de la piel.
Generalmente, el acné aparece en la cara y en los hombros, pero puede llegar a extenderse por otras partes del cuerpo. La aparición del acné puede darse por factores genéticos, pero cuando una persona no tiene antecedentes y sufre de un acné severo, el motivo principal suele ser la alimentación. Una alimentación inadecuada puede presentar problemas de acné, por lo que este tipo de acné se puede prevenir, llevando a cabo una serie de medidas.
Para prevenir la aparición del acné, o al menos reducir su aparición en gran medida, se aconseja llevar una alimentación sana y saludable. También se aconseja comer alimentos integrales, como son, por ejemplo: harina, azúcar moreno, avena, legumbres y germen de trigo, entre otros.
Del mismo modo, para prevenir el acné también necesitamos conocer los alimentos que favorecen su aparición. Por este motivo debemos evitar el chocolate, harinas refinadas, grasas animales, leche entera, fritos, alimentos picantes y especias. Y se pueden comer, pero con moderación: pescados, mariscos, frutos secos y frutas ácidas.
Si sufres de acné y no sabes qué hacer para prevenir su aparición, lo mejor es que acudas a un dermatólogo. Él mejor que nadie, sabrá encontrar la causa de tu acné, te indicará cómo prevenirlo y qué hacer para que desaparezca.