Si tuviésemos que definir el periodo, también conocido como menstruación o regla, nos referiríamos a él como la pérdida de sangre por la vagina, procedente del útero. Este periodo representa el ciclo sexual femenino o ciclo menstrual, y aparece aproximadamente cada 28 días de duración (aunque en algunas ocasiones puede darse cada más o menos tiempo), y duele darse por primera vez a partir de los 10 o 14 años de edad, durando hasta la menopausia.
Pero dejando a un lado la teoría, lo que nos viene a interesar es sobre los tipos de periodos que se pueden dar. De este modo, podríamos encontrar los siguientes tipos de periodos: periodos dolorosos, periodos abundantes y la falta total de periodo.
Periodos dolorosos:
Seguro que alguna vez, a lo largo de tu vida, has sufrido algún periodo más doloroso de lo normal. Estos periodos con dolores menstruales suelen darse sobre todo en los primeros ciclos, aunque también hay algunas mujeres que a lo largo de su vida, siguen teniendo periodos muy dolorosos (Dismenorreas), que pueden llegar a obligarlas a permanecer en cama incluso un par de días.
Estos periodos dolorosos pueden tratarse con analgésicos, de venta en farmacias sin receta médica, pero si sueles tener dolores menstruales muy habitualmente, es recomendable que consultes con tu médico.
Periodos abundantes:
También conocidos como Menorragia, los periodos abundantes pueden definirse como un sangrado prolongado y excesivamente abundante. La mayoría de las mujeres desprenden una cantidad media equivalente a seis u ocho cucharillas de sangre durante un periodo, aunque es casi imposible llevar un cálculo real. Para saber si tienes un sangrado abundante, la mejor forma de saberlo es comprobando la frecuencia con la que necesitas cambiar de compresa o tampón, y si observas grandes coágulos de sangre.
Estos periodos abundantes pueden darse debido a varios factores, como un desequilibrio hormonal, la presencia de miomas o de un dispositivo anticonceptivo DIU, aunque en otros casos, la causa puede ser desconocida. Los periodos abundantes no son sinónimos de dolorosos. No obstante, si sufres periodos abundantes y a la vez dolorosos, que te impiden realizar actividades durante un par de días, lo mejor será acudir a tu ginecólogo para que haga una exploración y te indique cómo tratarlo. Recuerda que los periodos abundantes pueden dar lugar a anemias (deficiencia de hierro, cansancio y mareos).
En el caso de los periodos abundantes, existen varios tratamientos disponibles, que se administrarán en función de la causa del sangrado abundante. Si la causa del periodo abundante es un desequilibrio hormonal, pueden se necesario la receta de medicamentos para solucionarlo. Del mismo modo, existen medicamentos con receta que también interfieren en el proceso de coagulación de la sangre y provocan una disminución en la pérdida de sangre cada mes.
Faltas de periodos:
Tras haber tenido ciclos menstruales totalmente regulares, durante varios años, algunas mujeres dejan de tenerlo durante un periodo de varios meses. Lo primero a descartar será el embarazo, realizando una prueba o test de embarazo que nos lo confirme, que puede realizarse tanto en casa, como en un centro de planificación familiar o médico de cabecera.
Una vez descartado el embarazo, empezaremos a hablar de Amenorrea. Existen muchas razones por las cuales el período puede detenerse de repente. Con esta amenorrega puede darse un aumento o pérdida de peso en poco tiempo. Si observas que sufres de sofocos y tienes menos interés por el sexo, es posible que estés experimentando los primeros síntomas de la menopausia (perimenopausia). Independientemente de los síntomas que presentes, lo más recomendable es visitar al médico, tanto en periodos abundantes, como dolorosos o por falta de periodos. Nadie mejor que él sabrá explicarte qué sucede en tu organismo.