Nadar con tu bebé es una de las actividades más divertidas,agradables y un buen ejercicio, que puedes realizar con tu bebé, y no sólo en verano, también en cualquier época del año, en piscinas y centros deportivos climatizados adecuadamente.
Puedes llevar a tu bebé a la piscina a los pocos meses de edad para que se divierta en el agua y pierda el miedo que le pueda tener, además de aprender algunas medidas de seguridad como la flotación de supervivencia y hacer burbujas con la boca bajo el agua (para no tragar agua). También podéis jugar a dar patadas con sus piernas, mientras lo sujetas con firmeza, para que poco a poco aprenda algunos movimientos de natación considerados básicos. Aunque en un principio pueda ser un juego divertido, has de tener en cuenta que, hasta su primer año de vida no empezará a coordinar a la perfección sus movimientos.
Para que tu bebé se divierta en el agua, y no le coja miedo, puedes dejar que juegue y chapotee tanto dentro de la bañera, como en la piscina, con sus juguetes, enséñale a salpicar y hacer burbujas soplando bajo el agua. Si tu bebé ya tiene más de seis meses, podrás sentarlo en el borde de la piscina y mientras le cantas una canción llevarle hasta el agua de un salto. Repite la operación y verás como se ríe. De la misma forma, y a medida que se sienta más agusto en el agua, se os ocurrirán más juegos con los que pasar un buen rato, mientras hace ejercicio.
Consejos para nadar con tu bebé:
Si es la primera vez que llevas a tu bebé a la piscina, asegúrate de ir a una hora en la que no haya mucha gente, para que tu pequeño no se agobie y podáis disfrutar del agua al máximo. Échale agua sobre su cuerpo, suavemente. Mueve a tu bebé por el agua con delicadeza. Poco a poco podrás ir separándolo de tu cuerpo, a medida que tome confianza con el agua. Lo ideal será apuntarse a un curso de natación para bebés, en la que los padres son partícipes, repitiendo los ejercicios que os indique el monitor o monitora.
Es muy importante entender que el hecho de que tu bebé se sienta relajado en el agua y aprenda a flotar, no quiere decir que no pueda ahogarse. Procura estar siempre junto a tu bebé dentro del agua y, o bien sujetarlo, o tenerlo a la distancia de tu brazo en todo momento. No lo dejes solo cerca de una piscina o un lugar con agua más pequeño, incluso un cubo con tres dedos de agua, ni por un segundo. Los ahogamientos entre uno y dos años de edad son los más frecuentes.
Asegúrate de que la temperatura de la piscina se encuentre entre los 28 y 30º C, para que tu bebé no tenga peligro de hipotermia. En caso de duda, no olvides pedirle información al personal de la piscina. En cuanto tu bebé comience a tiritar, sácalo del agua, sécalo y abrígalo convenientemente.
Para que tu bebé se adapte a la piscina, empieza por realizar sesiones de diez minutos como máximo, poco a poco podrás ir alargándolas hasta los veinte minutos. Si el pequeño tiene menos de un año de vida, evita que esté en el agua de la piscina durante más de treinta minutos. Y si tu bebé está resfriado, no lo lleves a nadar, espera a que esté sano del todo.
Tras el baño en la piscina, tendrás que duchar o aclarar a tu bebé con agua, para evitar que el cloro irrite su piel. Si tu bebé tiene algún problema en la piel, antes de llevarlo a nadar, consulta con su pediatra si puedes llevarlo a nadar.
Si tienes una piscina inflable pequeña, cuando acabes de utilizarla, deberás vaciarla, no dejes el agua de un dí para otro. No es recomendable que los bebés se bañen en jacuzzis, porque en el agua muy caliente hay bacterias y parásitos que pueden afectar su piel.
¿Qué debes llevar a la piscina para nadar con tu bebé?:
· Los pañales de natación son la mejor opción para llevar a tu bebé a la piscina, así evitarás que sufra de escapes, a demás de ser una de las medidas obligatorias en muchas piscinas. Además, del pañal de natación, en casi todas las piscinas insisten también en que los bebés deben llevar un bañador, que colocar encima del pañal.
· Una toalla o un albornoz, preferiblemente con capucha.
· Para después de nadar, te vendrá bien llevar un biberón, papilla o algo de comer, ya que tu bebé seguramente salga del agua con mucha hambre.
· Pañales y ropa seca o ropa de cambio.
· Juguetes para tu bebé, que floten.
· No aconsejamos el uso de flotadores, principalmente en menores de un año, ya que no es un seguro contra accidentes, e incluso, puede llegar a ser un objeto peligroso en bebés, por poder escurrirse por el flotador y ahogarse. Lo ideal es que mantengas a tu bebé siempre bajo supervisión y nunca más lejos de un brazo tuyo de distancia.
Aquí te dejamos una galería de productos que deberás llevar a la piscina para nadar junto a tu bebé: