Bañar Bebés:
Aunque en un principio parezca una tarea de lo más sencillo, cuando llegue el gran momento de bañar a tu bebé te darás cuenta que no es tan fácil. Y no es sólo porque el bebé sea frágil, sino también porque, aunque no haya un manual de instrucciones, hay que aprender a bañarlo. Por ello, te queremos facilitar esta tarea con una serie de consejos que puedes seguir.
Lo primero a tener en cuenta, es que el bebé no se puede bañar en cualquier sitio. Necesitamos una bañera especial para bebés. Existen muchos modelos en el mercado, pero a la hora de decidirse por una, que sea preferiblemente de plástico, con un diseño ergonómico, que le permita al bebé estar cómodo, sentado o acostado. Para tu mayor comodidad, elige una bañera que puedas poner a la altura de tu cintura, de esta forma no forzarás la espalda y será un rato agradable tanto para ti, como para el pequeño.
La temperatura también juega un papel importante, tanto la temperatura del baño, como la del agua. Asegúrate que el lugar donde vayas a bañar al bebé tenga la temperatura idónea, sin corrientes de aire, y en el que tampoco haga demasiado calor. En cuanto al agua, es muy importante que no esté muy fría ni muy caliente. Para probar la temperatura del agua puedes usar un termómetro de baño, o bien usar tu codo o tu muñeca, aunque en este caso te recomendamos la muñeca por ser más sensible a las temperaturas, y es fiable al 100%.
Otro aspecto muy importante a tener en cuenta a la hora de bañar bebés, es el champú y el jabón a utilizar. Nunca deberás usar tu propio jabón o tu champú, ya que la piel del bebé es mucho más delicada, y podrías irritarla o producirle una erupción, debido a la gran cantidad de alcohol que contienen. En el mercado encontrarás productos especiales, tales como Nenuco, Johnson`s Baby, Denenes, entre otros muchos.
Antes de meter a tu niño en la bañera, quítale la ropa poco a poco, para que se vaya aclimatando. Tendrás que asegurarte que tienes a tu alcance todo lo que necesitas, para cuando esté dentro del agua y para cuando esté fuera, una vez que lo hayas sacado. Quítate anillos, pulseras o cualquier objeto que pueda arañar al pequeño. Dentro del agua, si es un bebé recién nacido o de pocos meses, lo ideal será tomarlo por la cabeza con una mano, y con la otra podrás enjabonarle. Para aclarar su pelo, ayúdate de una taza, que te sea fácil de agarrar y que puedas dirigir a un lado u otro, evitando que entre agua en sus oídos.
A la hora de salir de la bañera, ten a mano un par de toallas, una para envolver a tu bebé nada más sacarlo del agua, y otra para secarlo. Seca bien cada rincón de su cuerpo, y asegúrate de que los pliegues no quedan húmedos. Limpia sus oídos y pon especial atención al área del ombligo y sus genitales. Cuando esté completamente seco, puedes darle cremita, sobretodo en la zona del pañal para evitar la dermatitis.
Si el niño tiene ya unos meses, puedes introducir juguetes en su baño. Algún patito o muñeco que le gusta, que pueda relacionar el baño como un momento agradable, donde además puede jugar y divertirse. Mientras lo bañas, también puedes hablar, cantar o contarle algún cuento para que se sienta totalmente agusto.
Si sigues estos consejos, pronto te darás cuenta que la hora del baño, puede ser un rato especial y agradable tanto para ti como para el bebé.