Encontrarse con un niño tirano es mucho más frecuente de lo que te puedes llegar a imaginar. Cada día son más los padres que demandan ayuda profesional, para saber cómo corregir la conducta de sus hijos y cómo actuar ante el llamado Síndrome del Emperador.
Por niño tirano entendemos aquel niño que impone su ley, ante todo, que domina a los padres a su antojo y cuyas rabietas agotan a cualquiera que esté cerca. El niño tirano se cree con derecho a manejar a su familia según sus antojos, capaz de montar una escena de ira o rabieta en cualquier lugar con tal de conseguir sus propósitos o si no se cumplen sus expectativas.
Los niños tiranos no son capaces de tolerar las frustraciones cotidianas, no saben cómo ponerse en el lugar de sus padres, hermanos y demás familiares, y actúan haciendo daño (psicológico o físico) con el objetivo de que cedan a sus demandas o peticiones.
Algunos estudios han determinado que la genética puede influir en predisponer a unos niños a ser más agresivos que otros. Pero está más que demostrado que el niño tirano tiene falta de educación o sus padres no han sabido educarlo en ciertos aspectos de la vida. El niño tirano se da más en familias de clase media y alta, y son más los casos de niños que de niñas. Igualmente, se ha comprobado que los padres más permisivos y sobreprotectores tienen una mayor probabilidad de educar a un hijo que presente patrones de comportamiento similares a los de un niño tirano o con Síndrome del Emperador. ¿Quieres crear a un niño tirano? Sólo tienes que seguir las siguientes pautas.
Pautas para crear a un niño tirano
A continuación, te presentamos las pautas a seguir para convertir al niño en un pequeño tirano. Nuestra intención no es que sigas estos pasos para hacer que tu niño sea un tirano, sino todo lo contrario, evitar llevar a cabo las siguientes conductas para evitar que el niño sea un tirano.
– Consentir todo al niño: La primera pauta para crear a un niño tirano es consentirle todo lo que se le antoje. Si el niño es consentido en todo cuanto pide, poco a poco empezará a creer que tiene derecho a todo lo que se le antoja, sea lo que sea.
Si educamos a nuestro hijo con esta idea, llegará algún día en el que, si le negamos su petición, el niño sentirá rabia y hará todo lo que se le pase por su cabeza por satisfacer sus peticiones o expectativas. Utilizando la ira, el niño acabará controlando la autoridad y voluntad de los padres, que finalmente cederán a sus peticiones.
– Resolver los problemas del niño: Por comodidad, por evitar conflictos u otras razones, muchos padres ceden ante las peticiones de sus hijos. Es muy importante que los niños, desde muy pequeños, empiecen a resolver sus propios problemas. Puede que en un principio necesiten una pequeña ayuda, pero poco a poco irán aprendiendo a resolver sus conflictos o problemas por si solos. En este sentido, cuando hablamos de problemas, nos referimos a pequeñas adversidades adaptadas a su edad.
Si el niño no aprende a resolver sus problemas o a realizar sus tareas solo, lo que ocurrirá es que, cada vez que se le presente un obstáculo o dificultad, no sabrá cómo poner en práctica los recursos necesarios para resolverlo. Puede que ni siquiera le hayamos dado la oportunidad de desarrollarlos.
– No permitir que el niño se frustre: Con intención de protegerles, muchos padres evitan que sus hijos lleguen a sentir frustración. Has de saber que la frustración es una emoción normal y sana, que forma parte del día a día. No todo tiene que salir de la misma forma que queremos, y hay que aprender a tolerarlo. Si no le enseñamos a nuestros hijos a aceptar la frustración, si siempre le solucionamos todos los problemas o le damos todo lo que quiere, estaremos criando a un niño tirano, incapaz de interiorizar la idea de que no es el centro del mundo.
– Con hostilidad se resuelven los problemas: No podemos pretender que nuestro hijo no reaccione de forma hostil, si nosotros mismos reaccionamos de esta manera cuando surge una adversidad, nos ponemos coléricos, gritamos o hablamos de forma agresiva. Puede que en ocasiones parezca difícil, sobre todo cuando nos encontramos cansados, cuando creamos que ya no podemos retener más y vamos a explotar. En realidad sí que podemos y la agresividad no nos ayudará a solucionar nada. Ante cualquier problema o conflicto lo mejor es actuar con calma, por ti y por tus hijos.
Si quieres evitar que tu hijo se convierta en un tirano, deberás no consentirle todo y hacerle entender que no puede obtener todo lo que desea. Debemos dejar que los pequeños aprendan a solucionar sus propios problemas y a desarrollar las habilidades necesarias para gestionar sus conflictos, dejarles que sientan frustración para hacerles entender de que el mundo no gira en torno a ellos. Y por supuesto, no te olvides que tus hijos aprenderán de tus acciones, si quieres que se comporten correctamente, primero deberás darles ejemplo.
Libros de ayuda sobre cómo evitar a que tu hijo se convierta en un tirano:
Si estás interesado en el tema o quieres más información sobre cómo evitar que tu hijo se vuelva un tirano, te recomendamos los siguientes libros:
Cómo Criar Hijos Tiranos de Mark Beyebach y Margarita Herrero de Vega:
El pequeño tirano: La línea media entre límites y permisividad de Jirina Prekop:
Pequeños tiranos de Alicia Banderas:
Los hijos tiranos: El síndrome del emperador (Ariel) de Vicente Garrido Genovés:
Cualquiera de estos libros te será de gran ayuda para conocer todos los detalles de cómo educar y qué hacer antes de que tu hijo se convierta en un tirano.