Los ojos de los recién nacidos suelen presentar abundantes legañas. ¿Cómo se deben limpiar?
Para limpiar los ojos de los más pequeños es aconsejable usar una gasa esterilizada y empaparla con suero fisiológico, sino dispones de suero, puedes sustituirlo por agua templada, previamente hervida. Pasa la gasa suavemente sobre el ojo del bebé, hasta eliminar por completo las legañas.
La forma de limpiarlo será desde la parte de lacrimal hacia el rabillo del ojo. Recuerda que cada ojo llevará su gasa, y nunca debes usar la misma para los dos ojos, pues si alguno presenta alguna infección puede contagiar al otro. También has de tener en cuenta que, el uso de manzanilla no está recomendado pues si el niño presenta una alergia, la afección ocular puede ser más grave.
Ahora bien, si ves que los ojos de tu bebé presenta una secreción abundante de color amarillo o verdoso, puede ser un síntoma de que padezca una conjuntivitis purulenta, por lo que deberás acudir a tu pediatra, quién te indicará la mejor forma de tratarlo. En ocasiones, es recomendable el uso de colirios o antibióticos, y a la hora de suministrarlos deberás usar guantes de latex o goma, para evitar que tu también te contagies.