Ahora que tu bebé tiene una semana de vida, habrás comprobado que aún se está adaptando a su nuevo mundo, a todo lo que le rodea, y seguramente aún le molestan los ruidos y la luz excesiva, pero poco a poco se irá adaptando.
Aunque sus movimientos todavía están descoordinados y siguen siendo bruscos, a finales de este mes serán más fluidos, e irá cogiendo soltura con el movimiento de sus músculos. De momento, su actividad principal es chupar y mordisquear sus manos y se moverá por el instinto de comer y dormir.
Si le das el pecho a tu bebé, poco a poco comprobarás que cada vez se te da mejor adaptarte a la lactancia. Para que te quedes tranquila respecto a la inquietud de si tu bebé se alimenta correctamente, tan sólo te tienes que fijar en si tu pequeño toma cada dos o tres horas, durante al menos ocho veces al día. También, puedes observar si tu bebé se queda inquieto entre tomas. Pero aún así te quedas con dudas, lo mejor es consultar a tu pediatra, para que le haga un seguimiento de la curvatura de peso y estatura.
En los primeros días de vida es normal que el bebé pierda entre el 5 y 9 % de su peso inicial, pero no es hasta la segunda semana de vida cuando empiezan a recuperarlo. Si llevas un control de peso exhaustivo, comprobarás que a partir del quinto día de vida, tu bebé irá aumentando aproximadamente unos treinta gramos diarios.