Existen muchos niños que presentan dificultades a la hora de relacionarse con otros niños, con compañeros del colegio, incluso con familiares. No referimos, sobre todo, a aquellos niños que les cuesta relacionarse, hacer
y mantener amigos. Pero también a niños que suelen rehuir de la relación con otras personas y en definitiva, prefieren estar solos.
Ante esta situación debemos tener en cuenta que no debemos etiquetar al niño, con frases típicas como «Es muy tímido» o «Le gusta estar solo». Con estas etiquetas lo único que conseguimos es reforzar que el niño se siga comportando del mismo modo. Tampoco tenemos que forzar demasiado al niño para que hable o presionarlo para que se relacione. En cambio, hay niños que son más independientes y autónomos, que muestran menos necesidad de relacionarse con otros niños, pero esto es normal dentro de unos límites.
Qué hacer para que el niño se relacione con otros:
Para ayudar al niño a relacionarse con otros niños u otras personas, debemos acudir al parque, siempre que se pueda, a cumpleaños, fiestas familiares, u otros eventos donde pueda haber niños de su edad. Aprovechar todas y cada una de las ocasiones en las que el niño pueda estar en contacto con otros niños, como por ejemplo: apuntarlo a actividades extraescolares de grupo.
En el caso de que el niño muestre cierto apego por algún compañero de clase, debemos favorecer encuentros con su familia para que le sea más fácil relacionarse con él. Otra medida que se puede tomar es invitar a niños a casa, con los que pueda establecer una relación de amistad.
Enseña habilidades de relación:
Para que el niño aprendiera habilidades básica de relación, tendríamos que:
– Enseñar habilidades de conversación: Cómo saludar, Qué preguntas hacer para iniciar una conversación, Qué preguntas hacer para que los demás sientan que se interesa por ellos, Hacer cumplidos o Hacer preguntas para proponer actividades y juegos.
– Ponerlo a practicar.
– Elogiar y reconocer los intentos de relación.
– Dar ejemplo de habilidades de relación con los demás.
– Ayudarle a comprender que la amistad es una cuestión difícil y que a veces los demás no quieren ser amigos o
no corresponden a nuestros intentos.
– Si después de un tiempo prudencial, después de adoptar las medidas descritas, el niño evita o rehuye las relaciones con otros niños, sería conveniente consultar a un especialista.
Fuente: Folletos de ayuda a padres y madres. Jesús Jarque García.
www.jesusjarque.com