Muy pocos somos los padres que podemos decir la frase de: «Mi hijo como de todo´´, y es que la alimentación variada es la base de una dieta sana y equilibrada, por eso hay que intentar que nuestros hijos coman de todo desde bien pequeños, y evitando en todo momento la temida obesidad infantil.
Lo que hay que tener claro es que nunca se debe obligar al niño a comer, ya que puede asimilar la comida con un castigo, y debemos repasar las razones por las que el niño no quiere comer. Tras haber leído el artículo Mi niño no me come y seguir los consejos que explicamos en nuestra guía, te damos algunos consejos que te serán de gran ayuda para que un día puedas llegar a decir «Mi hijo come de todo´´.
· Con mucho sabor:
Es normal que a los niños tengan repugnancia hacia los sabores fuertes y amargos, por eso es habitual que rechacen las verduras u otros alimentos. Para disimular el sabor amargo de tus platos, puedes probar por dulcificar un poco los alimentos, por medio de salsas sanas, como la salsa de tomate o metiendo las verduras entre otros sabores, como la elaboración de tortillas rellenas de espinacas.
· Sin tropezones:
Otra sensación que los niños suelen odiar es encontrar tropezones en sus platos o texturas rugosas. De ahí, que muchos niños odien comer purés y cremas de verduras. Para solventar este problema tenemos una gran aliada en la cocina: la batidora. Con la batidora podremos hacer purés mucho más finos y de textura mucho más lisa, y si aún así, lo rechazan, siempre puedes optar por hacer zumos, tanto de verduras como de frutas, con una textura mucho más líquida y agradable.
· Ante todo mucha imaginación:
Otra opción para que los niños coman los platos que menos les gustan, es echarle imaginación, realizar comidas creativas e innovadoras. Para ello, no necesitamos gastarnos mucho dinero, cualquier plato ordinario puede ser un plato divertido. Puedes dibujar una carita divertida con salsa de tomarte sobre la carne o tortillas, utilizar otros ingredientes para elaborar un muñeco, un coche o cualquier otro objeto que llame la atención a los más pequeños de la casa. Y si no, también puedes echarle imaginación para crear platos diferentes como por ejemplo: lasañas con espinacas y champiñones, bocadillos de maíz y salsa rosa o crema de cocodrilo haciendo un rico zumo con espinacas o acelgas.
A media que tu hijo vaya creciendo, por sí solo irá probando nuevos platos y comidas y aprenderá a degustar los que ya conocía. Por eso, poco a poco habrá que ir enseñándoles la importancia de llevar una dieta sana, equilibrada y variada. Si sigues estos consejos, es muy probable que un día llegues a decir «Mi hijo come de todo´´.