Siempre se ha dicho que la leche es fundamental en la dieta de niños y adultos, pero a veces se nos presenta el caso en que nuestros pequeños no quieren tomar leche. Las razones más comunes por las que los niños no quieren tomar leche son:
El sabor de la leche es desagradable.
La temperatura hace que cambie el sabor.
A algunos niños les gusta dulce, por lo que la prefieren con azúcar, con chocolate o en licuados.
Algunos niños no la pueden digerir fácilmente.
Si consideramos todo lo anterior, y ya hemos probado de todo para que los niños la consuman, se puede optar por darles otros alimentos:
Agregar queso a los sándwiches.
Agregar queso rayado a las sopas de pasta.
Comer yogures a ser posible con cereal.
Tomar jugos fortificados con calcio.
Comer flanes hechos con leche.
Comer verduras y leche en forma de sopas o cremas.
Comer de postre yogur con frutas.
Consumir más brócoli en la dieta.
También, se puede sustituir la leche por otros tipos de bebidas lácteas, como leches de soja, etcétera, pero siempre bajo la supervisión de tu pediatra.